Microsoft ha anunciado que si los fabricantes de ordenadores
quieren distribuir sus productos con el logo de compatibilidad con
Windows 8, deben implementar una medida llamada “arranque
seguro.” Sin embargo, en la actualidad todavía no se sabe si esa
tecnología está a la altura del nombre que se le ha puesto, o en vez
de eso ganará el nombre de arranque restringido.
Usándolo de manera adecuada el “arranque seguro” está
diseñado para proteger los equipos contra código malicioso (malware)
evitando que se ejecuten programas binarios no autorizados durante el
proceso de arranque. En la práctica esto significa que los ordenadores
que lo implementen no arrancarán sistemas operativos no autorizados
— incluyendo tambien sistemas operativos inicialmente
autorizados que hayan sido modificados sin haber sido
re-aprobados.
Esto podría ser una característica que merezca ese nombre, siempre
y cuando el usuario sea capaz de autorizar los programas que quiera
usar, así como de ejecutar software libre escrito y modificado por
ella misma, o por personas en las que confíe. Sin embargo, nos
preocupa que Microsoft o los fabricantes de hardware implementen estas
restricciones en el arranque como una medida para prevenir que los
usuarios no puedan arrancar otra cosa que no sea Windows. En este
caso, es mejor llamar a esta tecnología “arranque
restringido,” ya que este requisito sería una restricción
desastrosa para los usuarios de ordenadores y de ninguna manera una
característica de seguridad.
Por favor añade tu nombre a la siguiente declaración, para mostrar
a los fabricantes de ordenadores, gobiernos, y a Microsoft que te
preocupas sobre esa libertad y trabajarás activamente para
protegerla:
Nosotros, los abajo firmantes, instamos a todos los
fabricantes de ordenadores implementando sistemas UEFI (Unified
Extensible Firmware Interface), presunto “Arranque
Seguro,” a hacerlo de manera que permita que puedan instalarse
sistemas operativos libres. Para respetar la libertad del usuario, y
realmente proteger su seguridad, los fabricantes deben permitir a los
propietarios de los ordenadores deshabilitar las restricciones del
arranque, o proporcionarle una alternativa segura para instalar y
ejecutar sistemas operativos libres de su elección. Nos comprometemos
a que no compraremos ni recomendaremos marcas de ordenadores que
quiten a los usuarios esa libertad tan importante, y recomendaremos
activamente a la gente de nuestras comunidades a evitar esos sistemas
cerrados.